viernes, 15 de agosto de 2008

EL SHOW DEL TÍO RONCO

Mírenlo bien. Esa sonrisa no se debe al cajón de cerveza que se ha tomado. Tampoco porque terminó su suspensión, ni porque le aprobaron un proyecto.
Esta felicidad es el preámbulo de un partido muy especial para el Tío Ronco, a tal punto que ha reforzado sus canilleras con un extraño material e incluido un raro accesorio punteagudo a sus chimpunes.
Es más, anoche se le vio realizando un espeluznante ritual junto al Dalai antes de ingresar a una rigurosa concentración con los Noles.
Definitivamente esa sonrisa de Perro Gordo es maquiavélica.

No hay comentarios: