En otro rincón, el tío Firu trataba de convencer al incauto de turno que debía matricularse con un par de cajas porque así se convertiría en flamante miembro de número. Según comentarios malsanos, se dice que incluso le habría ofrecido el puesto del Dalai a cambio de un lomo saltado. Pero como ya lo conocen, el tío de marras solo atracó un par de pomos.
Ahí cerca, el tío Ronco cocinaba unas carnes pensando en la nueva sede de Lima. Como no pudo comprar el Campo de Marte para hacer su sueño realidad, ahora le ha puesto al puntería al Parque de las Leyendas. Tiene todo listo para convencer al patronato que decide la venta y entre sus estrategias figura la construcción de un subterráneo que comunicará las sedes de Chosica, Punta Negra con la de Lima. El Dalai y el doctor Solapus serán sus asesores.
convirtió en una triste realidad. A Cabra Vieja no le importó el "qué dirán" y le gritó a todo el mundo que Shaquille era su obsesión. Ante la incrédula mirada del Dalai y del soplón de turno, quiso llevárselo a la fuerza para el río. Todo iba a terminar en un baño de sangre, pero un oportuno ofrecimiento de dos cervezas dio por terminado el bizarro impase. Cabra Vieja sigue respirando.